Proyecto
Nuestro cliente en Tres Cantos nos contactó con una solicitud aparentemente sencilla: sustituir su bañera empotrada por un moderno plato de ducha. Sin embargo, lo que inicialmente parecía una intervención rutinaria se transformó en un proyecto complejo que puso a prueba nuestra experiencia y capacidad de adaptación.
La bañera existente estaba completamente empotrada en una estructura de obra de ladrillo, con azulejos instalados alrededor y un sistema de fontanería integrado. El espacio del baño era reducido, lo que limitaba considerablemente el margen de maniobra para las operaciones de demolición y reconstrucción. Además, la proximidad del inodoro y lavabo complicaba el acceso a la zona de trabajo.
Durante la inspección inicial identificamos que sería necesario no solo retirar la bañera, sino también demoler completamente el frontal de rasillón que la rodeaba, adaptar las instalaciones de fontanería y renovar los revestimientos cerámicos en las zonas afectadas.
Tras evaluar las opciones disponibles, acordamos con el cliente una intervención integral que incluía la demolición completa de la estructura existente, la instalación de un plato de ducha de resina con recorte personalizado, y el revestimiento de las zonas afectadas con azulejo tipo mosaico elegido por el cliente.
Los materiales seleccionados fueron un plato de ducha de resina de alta calidad que permitiera cortes precisos, azulejo en mosaico gris para las zonas a renovar, lámina impermeabilizante específica para zonas húmedas, mortero-cola de la marca Kerakoll para garantizar adherencias óptimas, y una mampara frontal de puerta corredera adaptada al espacio disponible.
El presupuesto inicial contemplaba las dificultades previsibles, aunque como veremos, surgieron complicaciones adicionales que incrementaron tanto el tiempo como la complejidad del trabajo.
El primer desafío se presentó inmediatamente: retirar una bañera completamente empotrada en un espacio muy reducido. Comenzamos demoliendo el rasillón frontal con martillo neumático y herramientas de precisión, teniendo especial cuidado de no dañar las instalaciones circundantes.
Inicialmente intentamos extraer la bañera completa mediante técnicas de apalancamiento y desencaje, pero la falta de espacio y la solidez de la instalación original hicieron imposible esta aproximación. La solución definitiva fue cortar la bañera por la mitad utilizando una radial con disco específico para materiales sintéticos, lo que nos permitió extraer las dos mitades por separado.
Una vez retirada la bañera, descubrimos una complicación no prevista: en una de las esquinas había un cableado eléctrico que conectaba con la cocina contigua. Este hallazgo requirió una modificación inmediata del plan de trabajo para proteger adecuadamente estas instalaciones.
Envolvimos todo el cableado con plásticos protectores impermeables y construimos una pequeña mocheta con ladrillos para encapsular y proteger definitivamente estas instalaciones eléctricas. Esta intervención añadió tiempo al proyecto pero garantizó la seguridad de las instalaciones existentes.
Con el espacio completamente limpio y las instalaciones protegidas, procedimos a instalar una lámina impermeabilizante de alta calidad en toda la superficie que había ocupado la bañera. Esta lámina es fundamental para prevenir filtraciones futuras hacia la estructura del edificio.
Posteriormente cubrimos toda la base con mortero de nivelación, dejando la pendiente y el espacio necesarios para la correcta instalación del futuro desagüe del plato de ducha. La preparación de esta base resultó crucial para garantizar un drenaje eficiente y una instalación estable.
La fase más técnicamente compleja fue el revestimiento de las paredes que habían quedado al descubierto tras retirar la bañera. El cliente había elegido azulejo en mosaico, que requiere una instalación especialmente precisa para lograr un acabado profesional.
El mayor desafío técnico consistió en conseguir que el nuevo revestimiento quedara perfectamente enrasado con el nivel de azulejo existente en el resto de las paredes. Para lograrlo, tuvimos que rellenar previamente con mortero para adelantar el nivel de la pared en las zonas necesarias, de modo que al aplicar el mortero-cola y el azulejo, obtuviéramos un nivel uniforme en toda la superficie.
Una vez instalado todo el mosaico, aplicamos juntas con pasta especial para zonas húmedas, garantizando la impermeabilidad y durabilidad del revestimiento.
La instalación del plato de ducha presentó sus propios desafíos técnicos. Fue necesario realizar un corte personalizado en una de las esquinas para adaptarlo perfectamente al espacio disponible. Durante esta operación utilizamos equipos de protección respiratoria completos, ya que la resina del plato de ducha genera partículas tóxicas durante el corte.
Una vez ajustado el plato con el corte realizado, procedimos a la conexión del sistema de desagüe y fijamos el plato a la base de cemento utilizando mortero-cola Kerakoll de alta adherencia. Finalmente sellamos todo el perímetro con silicona específica para zonas húmedas, creando una barrera completa contra filtraciones.
La instalación de la mampara frontal de puerta corredera fue la última fase del proyecto y resultó especialmente complicada debido a las limitaciones de espacio. La proximidad del inodoro y el lavabo reducían significativamente el margen de maniobra para el montaje de los perfiles y el ajuste de la puerta.
A pesar de estas dificultades, logramos instalar correctamente la mampara, asegurando su correcto funcionamiento y sellado hermético.
El principal desafío imprevisto fue el descubrimiento del cableado eléctrico en la zona de trabajo, que requirió una protección especial y modificación del diseño original. Esta situación ejemplifica la importancia de estar preparados para adaptaciones durante reformas en viviendas existentes.
La extracción de la bañera empotrada resultó más compleja de lo previsto debido a las limitaciones de espacio y la solidez de la instalación original. La solución de cortarla por la mitad, aunque laboriosa, permitió completar la extracción sin dañar elementos circundantes.
El enrasado perfecto del nuevo azulejo mosaico con el revestimiento existente demandó un trabajo meticuloso de preparación de superficies y múltiples verificaciones de nivel durante la instalación.
La instalación de la mampara en un espacio tan reducido requirió técnicas especiales de montaje y la colaboración coordinada de varios operarios.
El proyecto se completó exitosamente transformando un baño con bañera empotrada en un moderno espacio de ducha funcional y estéticamente atractivo. El plato de ducha instalado proporciona un acceso más cómodo y seguro, especialmente importante para usuarios de todas las edades.
El azulejo mosaico elegido por el cliente aporta un toque contemporáneo y sofisticado, mientras que su instalación perfectamente enrasada con el revestimiento existente garantiza un acabado profesional y duradero. La mampara corredera optimiza el uso del espacio disponible sin comprometer la funcionalidad.
Este proyecto demuestra cómo una reforma aparentemente sencilla puede presentar desafíos técnicos significativos que requieren experiencia, adaptabilidad y soluciones creativas. Los inconvenientes encontrados incrementaron la complejidad y duración del trabajo, pero el resultado final justifica completamente la inversión realizada, proporcionando al cliente un baño moderno, funcional y perfectamente adaptado a sus necesidades.
Ubicación: Tres Cantos
Fecha: Febrero 2025
Duración: 12 días
Coste Total: 1.200 - 1.400 €
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